Indice Político Francisco Rodríguez
ALGUNOS TRABAJADORES MEXICANOS pueden presumir de estar al tú por tú con Lloyd C.Blankfein, director ejecutivo del banco de inversión Goldman Sachs. Y es que los asalariados de nuestro país que aún quedan, lo mismo que el gigante financiero de Wall Street son desde la semana anterior dueños de carreteras de cuota del centro geográfico de nuestro territorio.
Sucede que muy pocas horas después de que el señor Felipe Calderón anunciara un paquete de medidas legislativas destinadas a fomentar la inversión privada en infraestructura, entre las cuales se contempla que las Afores inviertan, sin riesgos, en proyectos de hasta 20 mil millones de pesos para el próximo año, y que alcancen montos del orden de los 125 mil millones de pesos para el 2012, en la Bolsa Mexicana de Valores tres administradoras de fondos de retiros de los trabajadores firmaban su asociación con Ingenieros Civiles y Asociados (ICA) y con Goldman Sachs Global Infraestructure Partners, para fondear con 6 mil 550 millones de pesos a RCO, empresa filial de ICA, y operadora de las autopistas de cuota Maravatío-Zapotlanejo, Guadalajara-Zapotlanejo, Zapotlanejo-Lagos de Moreno y León-Lagos de Moreno-Aguascalientes.
¿Dijo “medidas legislativas”, el señor Calderón? ¿Tan pronto se elaboraron y enviaron al Congreso? ¿Tan rápido fueron dictaminadas y aprobadas? Obviamente no. Esta bursatilización de las pensiones se hizo “a la torera”.
Porque bursatilizar las pensiones de los trabajadores no es cosa nueva. Se hace en prácticamente todo el planeta. Aquí mismo, son muchos los fondos de pensiones de EU que participan en la Bolsa local, debido a los rendimientos que ésta ofrece, pero sobremanera porque aquí, a diferencia de lo que sucede en el país vecino del Norte, las operaciones bursátiles no causan impuestos.
Pero por doquier hay reglas y disposiciones que tienen como fin el proteger los ahorros que los trabajadores van formando para, llegado el momento, jubilarse.
¿Hay ahora mismo esas reglas en nuestro país? No, evidentemente. De haberlas, el señor Calderón no hubiese anunciado que estaría por enviar iniciativas en tal tenor al Congreso.
Pero no es esta la única irregularidad que la nueva sociedad entre trabajadores y financieros presenta.
Una muy delicada es que la información oficial al respecto ha ocultado deliberadamente las denominaciones de los nuevos socios de ICA y Goldman Sachs.
¿De qué Afores se trata? No se sabe, reitero.
¿Se oculta la información en aras de que los pensionistas mexicanos que no deseen ser socios de Bernardo Quintana o de Lloyd C. Blankfein no se cambien de institución administradora de sus ahorros para el retiro y así las descapitalicen aún más?
El asunto huele mal tan sólo por eso. La ausencia de transparencia mueve a las sospechas.
Sospechas que se acrecientan cuando los recursos de los trabajadores –también de los empleadores— se emplean para “tapar” hoyos financieros provocados por la impericia, pero también por la voracidad e incluso la corrupción de la que son presa instituciones como el IMSS.
Porque ahí está también el anuncio de la Administración del señor Calderón de que, en 2010, van a ser usadas las reservas técnicas del IMSS para que este organismo siga funcionando. Pero no se trata sólo de ello. Esos recursos de la reserva técnica también van a ser utilizados para “tapar” el boquete provocado en las finanzas del Instituto por la adquisición de papeles bursátiles de Metrofinanciera, una empresa promotora de vivienda ahora en concurso mercantil, aún a sabiendas de que iba directo a la quiebra.
¿Sabe usted por qué el IMSS adquirió tales papeles con el conocimiento de que eran sumamente riesgosas?
Pues para “salvar” a IXE, cuyo director Javier Molinar Horcasitas es hermano de quien fuera director del IMSS. Y es que IXE fue el banco colocador de las acciones de la Sofom hoy quebrada. Pocos querían comprarle acciones de Metrofinanciera, pero su brother lo apoyó… con el dinero de los trabajadores, claro está.
¿Así van a salvar los trabajadores a ICA? ¿Y a Goldman Sachs?
Otro robo. Uno más.
Índice Flamígero: En la Cámara de Diputados se desarrolla una crisis de liderazgos. En la bancada mayoritaria, la priísta, hay cada vez más disensos en contra de Francisco Rojas. Ni qué decir de los que en el interior y, sobre todo en el exterior de San Lázaro –concretamente en Los Pinos— se manifiestan a diario en contra de Josefina Vázquez Mota. En el PRD, de otra parte, el amloista Alejandro Encinas nada más “no cuaja”. Antes de que concluya el primer periodo ordinario de sesiones, vaticinan, una de esas tres posiciones cambiará de manos.
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