Con bombos y platillos el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, celebró los 17 años de la intentona golpista que marcó el inicio de su carrera pública.
Un desfile cívico militar con despliegue aéreo fue la pieza principal de los actos, que se llevaron a cabo en la ciudad de Maracay, en la cual Chávez era jefe del batallón paracaidista el 4 de febrero de 1992.
 Ni las celebraciones ni el ataque suspendieron la campaña por el referendo del 15 de febrero. |
En el que parece ser otro episodio de la batalla política trasladada al terreno religioso, sujetos no identificados arrojaron bombas lacrimógenas contra la representación diplomática de El Vaticano.
De religión y política
Ésta no es la primera vez que la sede diplomática, donde se encuentra refugiado un dirigente estudiantil acusado de supuestos delitos ocurridos durante una manifestación, es blanco de ataques.
En rueda de prensa, el canciller Nicolás Maduro dijo desconocer los detalles, pero insinuó que se trataría de una maniobra de una oposición desesperada.
Entretanto, el representante de Estados Unidos ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Héctor Morales, opinó que la agresión está asociada al clima político que permite que la "intolerancia avance".
El incidente del templo judío ocurrido días atrás no tiene precedentes en la historia contemporánea de Venezuela, país que por tradición se ha preciado de su apertura frente a diferentes culturas y religiones.
Durante los actos de este miércoles, el presidente repudió otra vez lo ocurrido en la sinagoga y señaló a sectores opositores de tratar de generar "un clima de violencia ante el inminente triunfo de la enmienda" constitucional por la reelección indefinida.
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